Hace algunas semanas que leí un tuit del profesor Fernando Arrechea, seguramente el mejor especialista en España en Olimpismo y su historia, en el que se refería a que Madrid podría retomar su candidatura olímpica, pero contando con numerosos subsedes por todo el territorio nacional, y en la que Sevilla podría tener un peso muy importante (leer tuit).
Llamaba la atención por varias razones. La primera de ellas es que aún no se había producido la toma de posesión del nuevo alcalde Madrid, el popular José Luis Martínez-Almeida, decidido a retomar la carrera olímpica madrileña; que el COI aún no había modificado su carta olímpica para abrir la elección a sedes compartidas; y que, por supuesto, en la capital andaluza hace muchísimos años que no se ha vuelto a hablar de una candidatura olímpica.
Sin embargo, en pocos días se ha dado un vuelco a esta situación. Cronológicamente hablando, lo primero fue el ascenso a la alcaldía madrileña del candidato popular; y, curiosamente, una de las primeras medidas publicitadas fue la reactivación de la candidatura olímpica de Madrid, tras el periodo de hibernación producido durante el mandato de Manuela Carmena (leer noticia).
El segundo cambio fue que, después de muchos años sin hablar de una candidatura olímpica en Andalucía después de los tres fracasos de la capital andaluza, Isabel Sánchez, ex jugadora de baloncesto y flamante directora general de planificación, instalaciones y eventos deportivos de la Junta de Andalucía, habló abiertamente en una entrevista publicada en ABC de Sevilla de la posibilidad de “una candidatura conjunta de Sevilla y Málaga” (leer entrevista). Estas manifestaciones, unidas al resto de movimientos, se circunscriben más a la intención de que Madrid cuente con las dos principales ciudades andaluzas antes que a una candidatura propia.
Y por último, las modificaciones introducidas por el Comité Olímpico Internacional (COI) en la Carta Olímpica permiten que a partir de ahora los Juegos sean organizados por “varias ciudades, regiones o países”, en vez de estar limitados a una sola localidad, como hasta ahora. Además, se dará prioridad a sedes que tengan “ya construidas las instalaciones deportivas e infraestructuras” necesarias (leer noticia).
Si metemos estos tres aspectos en una coctelera nos sale que Madrid necesita instalaciones ya construidas, entre ellas un estadio olímpico, ya que La Peineta ha pasado a ser propiedad del Atlético de Madrid, eliminando las pistas de atletismo. Y ahí es donde entra en juego la capital andaluza que tiene un estadio, La Cartuja, que, aunque necesita algunas reformas, está construido y posee unas dimensiones aceptables para acoger unos Juegos Olímpicos (casi 60.000 espectadores) y que ya ha acogido eventos deportivos de gran magnitud, como los Mundiales de atletismo en 1999.
Además, el profesor Arrechea cita también a Sevilla como posible escenario de las pruebas de remo y piragüismo. No en vano, la lámina del río Guadalquivir a su paso por la ciudad está considerada como una de las mejores pistas del mundo para este deporte y también acogió los Mundiales de ambos deportes en 2002.
De todas formas, aún no hay nada seguro, porque ni siquiera Madrid ha tomado la decisión definitiva de retomar la carrera olímpica, en la que se va a encontrar con un obstáculo difícil de superar, ya que el COI va a exigir a las candidatas alguna prueba de que la ciudadanía apoya la candidatura para evitar que se caigan una vez presentadas por falta de simpatía popular, como ha sucedido últimamente en varios casos.
Estaremos atentos…