Coincidiendo con el comienzo del mítico Torneo de los Cuatro Trampolines, considero oportuno traer a estas páginas un reportaje sobre la historia de un tiempo que en España se prácticaban los saltos de esquí, existían trampolines en casi todas las estaciones de esquí de España y saltadores españoles participaban en competiciones internacionales e incluso en dos Juegos Olímpicos. Desde aquí mi agradecimiento a los amigos de la web www.nevasport.com, que me han permitido traer a los lectores de Revista Chapina el pasado de los saltos de esquí en España.
Si ha habido una disciplina de los deportes de invierno que ha pasado más desapercibida en España, esta ha sido la de los saltos de esquí. Pero haberla ha habido e incluso han existido en todo el territorio varias instalaciones o trampolines de saltos, con diversas características, si bien, a día de hoy, ninguno esta en uso.
Trampolines
Vall de Nuria
La historia de los saltos de esquí en España se remonta a 1907, en concreto a las laderas que hoy conforman la estación de esquí de Vall de Nuria, donde en el invierno de 1912-13 se construyó un trampolín K-55, del que a día de hoy sólo quedan unos pequeños vestigios.
La Molina – Font Canaleta
También en 1912, se empezaron a practicar saltos en la estación catalana de La Molina, donde posteriormente, el 11 de marzo de 1934, se inauguró el trampolín «Font Canaleta» con un salto inaugural de 38 metros por parte de Sigmund Ruud. Después de la Segunda Guerra Mundial, las instalaciones y actividades de los saltos de esquí se reactivaron en 1958, para en 1973 reconstruirse el trampolín de 30 metros.
El 25 de marzo de 1979 se inauguro el nuevo trampolín de 70 metros, y se celebró anualmente la Copa del Rey de saltos, prueba valida para el Campeonato de Europa y que vino celebrándose hasta 1992. En 1995, el trampolín «Font Canaleta» fue una vez más modernizado. A este trampolín principal se le unirían algunos más de 15, 30 y 50 metros para entrenamientos, incluso en verano donde se cubría el de 30 metros con material plástico.
Sierra Nevada
En 1925, La Sociedad Peñalara de Madrid organizó la 1ª Semana Deportiva de Sierra Nevada de deportes de invierno, evento que se celebró con periodicidad anual hasta la década de los 50, con las interrupciones lógicas debidas a la Guerra Civil Española y la II Guerra Mundial. Una de la pruebas en esta Semana Deportiva era la de saltos, que se celebraba en un pequeño trampolín de 25 metros.
Navacerrada
También la estación madrileña de Navacerrada contó por algunos años, y desde 1954, con un pequeño trampolín de saltos de 30 metros, del que hoy no queda nada y donde se celebraron algunas competiciones nacionales. Situado en la zona conocida como el Escaparate, y bautizado con el nombre de Luis Arias, este trampolín sufrió una serie de modificaciones que permitía saltar a niños de corta edad, ya que podían efectuar saltos desde 0,50 m. a 30 m. Se puede considerar como trampolín de pura iniciación.
Alto Campoo
La estación cántabra de Alto Campoo también tuvo su pequeño trampolín de saltos de 20 metros donde en la década de los 80 los chavales de la zona entrenaban. Para competir viajaban a otras estaciones que disponían de trampolín.
Jaca – Astún
La estación oscense de Astún dispuso del que quizás haya sido el mejor trampolín de saltos de España, un HS-91 K90, que contaba con la certificación de la FIS con vigencia hasta 2000, y que albergó las competiciones de saltos de esquí de las Universiadas de Invierno de Jaca en 1981 y 1995.
Jaca- Candanchú
En Candanchú también hubo saltos y trampolines. El primero, un trampolín natural con pretiles de piedra que se situaba en la zona de Rinconada, cerca de «El Piano», por donde se sale de Loma Verde.
El segundo, ya de estructura metálica, estaba al lado del antiguo telesquí «De la Olla», cerca de la actual silla «Reina Sofia». Era corto, y estaba muy mal situado, ya que un salto demasiado largo te podía hacer terminar en el río. En fotos antiguas de Candanchú se puede ver este trampolín; el otro, el de piedra, todavía se adivina entre la hierba, cercano a un monolito bajo el “Tubo de la Zapatilla”.
Equipo español de saltos
Debido a los incipientes éxitos de los saltadores españoles en los años 80, la Federación Española de Deportes de Invierno quiso crear un equipo de saltos en La Molina para competir en Copa del Mundo con la ayuda de los entrenadores austriacos Pürstl Willi y Haim.
A finales de los 90, el equipo español de saltos tuvo como entrenadores primero al checo Josef Samek y después al esloveno Vasja Bajc, que ganó la Copa del Mundo con el checo Jakub Janda, y que ha entrenado a equipos tan potentes como Japón o Eslovenia en los últimos años, y preparo a Turquía para última Universiada.
Posteriormente, tras la marcha de Vasja Bajc quedó como responsable del equipo Luis Fajardo (que era ayudante del esloveno). Él fue el último entrenador del equipo español de saltos hasta su posterior desaparición.
Serían Artur Samará y David Caballero, los dos últimos saltadores que representaron a España en competiciones internacionales. Artur Samará consiguió quedar en el puesto 26 en dos competiciones de la Copa Continental en la última temporada (95/96) del equipo cuando todavía era juvenil.
Saltadores españoles en los Juegos Olímpicos
Juegos | Trampolín | Nombre | Posición |
Sarajevo 84 | NH | Bernat Sola | 56 |
Sarajevo 84 | LH | Bernat Sola | 50 |
Sarajevo 84 | NH | José Ignacio Rivera | 54 |
Sarajevo 84 | LH | José Ignacio Rivera | 48 |
Sarajevo 84 | NH | Ángel Joaniquet | 58 |
Calgary 88 | NH | Bernat Sola | 57 |
Calgary 88 | LH | Bernat Sola | 51 |
Desgraciadamente, y como otras muchas cosas incomprensibles en el deporte español, y en el caso que nos ocupa, en los deportes de invierno, la Federación Española de Deportes de Invierno (FEDI) optó por la desaparición del equipo español de saltos y sus correspondientes secciones en la temporada 95/96, dando fin a una actividad que tuvo muchos seguidores y quien sabe si hoy en día tendríamos verdaderas estrellas de este maravilloso deporte.
Palmarés de la Copa del Rey de saltos (La Molina – Font Canaleta)
Año | Ganador | País |
1979 | Johan Saetre | NOR |
1980 | Johan Saetre | NOR |
1981 | Willi Puerstl | AUT |
1982 | Ibano Wegher | ITA |
1983 | Halvor Persson | NOR |
1984 | Bernat Sola | SPA |
1985 | No se celebró | |
1986 | Georg Waldvogel | BRD |
1987 | Bernard Guillaume | FRA |
1988 | No se celebró | |
1989 | Kent Johanssen | NOR |
1990 | Werner Rathmayr | AUT |
1991 | Andreas Scherer | GER |
1992 | Sebastien Frenot | FRA |
Los saltadores de esquí españoles recuerdan sus vivencias en primera persona
Carlos Lafitte (La Molina – Font Canaleta)
«Estuve en el equipo nacional en la temporada 81-82 en el colegio Virgen de las Nieves de La Molina. Por aquel entonces en el equipo estaban Juan Meno, José Ribera y Ángel Joaniquet como primeros espadas. Después había un grupito de aspirantes compuesto por Luisma, Bernat, Guillermo Rosal, Alex Velasco y Rogelio Sastre. Y por último las jóvenes promesas: Patrick Ludi, Pedro Santos y yo (que me quede sólo en promesa). Nuestro entrenador era Willi Purstl, un austriaco que nos hacia desayunar un muesli parecido al engrudo y nos tenía todo el día corriendo por el monte. Fue un año genial, esquiábamos y entrenábamos todos los días.
Después empezó mi etapa como entrenador de la Federación Vasca, que duró hasta que acabaron los saltos en España en 1995.
Estos años fueron muy divertidos. Íbamos casi todos los fines de semana a entrenar o a competiciones por todas las estaciones. Coincidíamos siempre con los cántabros de Toño Abad, con los aragoneses de los Oliveros y de Nacho después, con los catalanes de Bernat y con Luisma y su equipo nacional”
Félix Collantes (Alto Campoo)
«Empecé a saltar en el año 1987 en la estación de Alto Campoo. Éramos un grupo bastante grande dirigido por Toño Abad, un gran entrenador. Recuerdo nombres como Francisco Ruiz Peña y su hermano Pinky, Manuel Rábago, Miguel Tsuchiya, Oscar Lombraña, Sergio Gutiérrez, Álvaro Merino, Manuel Merino, Fosi, Luis Antonio Sanz, Ciro y Jorge Juan Peón… seguro que me dejo a alguno. De este grupo habían salido dos grandes saltadores el año anterior, Miguel Berrouet y Jerónimo Lantarón; ambos se fueron a Jaca con el equipo nacional. Más tarde también irían a estudiar y entrenar a Jaca Fran Ruiz y Luis Antonio Sanz.
Los que nos quedamos aquí entrenábamos los sábados y domingos en Alto Campoo, en una cuña en el área de las Hoyas que nosotros mismos fabricábamos. Con el paso de los años llegaron a construirnos una cuña de piedra, pero nunca fue usada, ya que no estaba muy bien hecha y podía resultar peligroso. Así que seguíamos tirando de pala, a veces colocábamos pacas de hierba como asiento y pisando la nieve con nuestros esquíes a modo de calentamiento.
En los primeros años, ante la ausencia de material, saltábamos con esquíes de alpino (nos soltábamos un poco las botas para tener mas libertad de movimiento), sin mono de saltos… eso sí, con un casco Carrera como el que llevaban en los Juegos Olímpicos de Calgary 1988 que la Federación nos compró a cada uno. Más tarde fueron llegando los primeros esquíes de saltos (Kneissl, Elan y algún Fischer), los monos de la marca Assegai, las botas usadas sin marca reconocida, etc.
Además de entrenar en Campoo, varios fines de semana nos desplazábamos a Astún para entrenar allí en mejores condiciones y con entrenadores como Luis Fajardo. También íbamos una o dos semanas al año a La Molina, donde había varios trampolines de verdad (uno de 15 m, uno de 30 m, y uno de 70 m; más tarde hicieron uno de 50 paralelo al de 70). Y en verano cubrían con plástico el de 30 m y entrenábamos a pleno sol y calor.
Era en Jaca y en La Molina donde coincidíamos con los integrantes del equipo nacional y sus entrenadores; solíamos compartir hotel, y trampolín, con lo que pasábamos todo el día juntos. Yo me acuerdo perfectamente de ellos, aunque al revés no estoy tan seguro. Para mí ellos eran semi-ídolos, en la medida en que saltaban en trampolines grandes, viajaban a Yugoslavia a entrenar, y además, eran mayores en edad.
También, todos los años se celebraba el Campeonato de España de esquí alpino, nórdico y de saltos, el famoso trofeo Paquito Fernández Ochoa. Yo acudí al de Navacerrada, Sierra Nevada, Cerler, Astún y Pas de la Casa. En Cerler, en el año 1988, quedé primero en la categoría alevín, aunque la victoria se la mereció un catalán de Alp, Tomás, que después de un gran primer salto, y emocionado por la presencia de las cámaras de una TV local, se cayó en el 2º dándome a mí la victoria.
No obstante, quien de verdad puede contar historias es Toti. Él estaba en un grupo de alto rendimiento, saltaba en trampolines grandes, y saltaba lejos, no como yo. No estoy seguro de cuanto llegaría a saltar él, pero Miguel Berrouet, uno de sus compañeros y paisano mío, con quien mantengo una buena relación me dijo en una ocasión que lo máximo que llegó a saltar fue 115 ó 120 metros, no recuerdo bien. Para mí, que me quede en 35-40 metros, en el trampolín de 50 de La Molina es toda una proeza»
Jose Ramón Romarate Toti (Astún)
«Antes del 84 también había equipo de saltos en el que estaba gente como Tomas Cano, Ángel Joaniquet (colaborador en una revista de esquí y adicto al Telemark), José Rivera, Bernat Sola y el propio Luis Fajardo.
Tal y como ha contado Félix los comienzos fueron para todos iguales, con saltos en cuñas hechas a base de pala y sudor (tener fardos de paja era un lujo) y saltar con esquís de alpino. Yo, como soy de Bilbao, empecé a saltar en Astún y entrenábamos allí con Carlos López Lafitte y junto con la Federación Aragonesa.
Allí en Astún en las palas cercanas al trampolín preparábamos la cuña para entrenar los fines de semana con la visión del trampolín de Astún enfrente y mirándolo con ganas de llegar a saltarlo. La verdad es que nos pegábamos todo el día preparando la cuña pisando la rampa y la recepción para dar unos pocos saltos.
Estos fueron mis comienzos y posteriormente entré en el equipo nacional promesas en el año 1984, dejando Bilbao con 14 años y marchándome a Jaca para vivir interno en el colegio Escolapios junto con todos los integrantes del equipo de saltos y demás equipos nacionales de deportes de invierno.»
Ángel Joaniquet, uno de los tres únicos olímpicos en saltos de España.
«Hace años, a principios de los 70, estaban la armada catalana comandada por Eduardo Ripoll (q.e.p.d) quien también fue entrenador nuestro, Philipo Rigat, el decano, Carlos Adserá, olímpico español en la modalidad de descenso, Ángel Joaniquet Ibarz padre, quien empezó tarde a saltar, Eric Hellborzeimer, Ignacio Ripoll, hermano de Eduardo, quienes se medían todos contra la armada de la meseta, los hermanos Martín, Carlos García Oliver, Agustín Pernías y Javier Olmedo, entre otros. Estos fueron, segun recuerdo, pioneros en algún sentido ya que los saltos estaban incipientes, con solo dos trampolines, el de La Molina (Nuria ya estaba en desuso) y el de Navacerrada, un verdadero killer, pero que se podía saltar.
A finales de los 70, un grupo de jóvenes empezó a saltar, con dos canteras grandes en importancia también: la catalana y la castellana. En la catalana, Tomás Cano, oriundo de Elche, Ángel Joaniquet hijo, José Ignacio Rivera, Toni Comas, Jordi Creus (q.e.p.d) Juanito Meno, Pau Raventos, Albert Alcalá (q.e.p.d), Albert Bofill, Bernat Sola, y muchos mas que me dejo, pero que también estuvieron ahí… y de los que sólo algunos siguieron adelante. Otros lo dejaron.
De Castilla venían Luis Mª Rodríguez, a quien conocéis por comentarios en Eurosport, su hermano Chema, Alex Velasco, y de más al Norte, Rogelio Sastre, Pedro Santos, Guillermo Rosal (q.e.p.d.) Ramiro Amorrortu y Geni Alcalde. Había más, pero ellos son los que más o menos fueron mis contemporáneos.
En un primer momento, y viendo que los saltos despegaban, en los 70 se contrató a un queridísimo entrenador yugoslavo, Ivo Cernilec, quien sufrió más de la cuenta la indisciplina y el carácter de aquí, si bien pudo sacar cierto partido y varios saltadores progresaron mucho.
Entonces, a finales de los 70 se gestaron las primeras salidas a Europa por parte de saltadores españoles. Copa Berawer en Assiago (Toni Comas, Angel Joaniquet y José Rivera) y Campeonato del Mundo (oficioso) de verano, Frenstat 77 (Checoslovaquia) Tomás Cano y Ángel Joaniquet), además de alguna competición en Autrans (Francia) y Kranj (Yugoslavia) de los cursillos de verano.
A principios de los 80, sólo Tomás y Angel saltaron regularmente en Copa del Mundo y ya en 1982 llegó Willi Purstl, quien técnicamente logró que los saltos despegaran de verdad, y empezó a colar a saltadores españoles en la Copa del Mundo de forma regular. Así se pudo ver participación olímpica de saltadores españoles en los Juegos de Sarajevo 84, la primera celebrada en un país del Este.
Después de estos Juegos, recogió el testigo Bernat Sola; Paco Alegre y Jesús Lobo siguieron también adelante, acompañados de alguno más, de quienes, perdonad, pero no recuerdo los nombres ya que la memoria me falla. Punti, Quevedo, los hermanos de Ribas de Freser, Perpiña, y muchos otros, que se esforzaron y lo intentaron hasta el final, hasta un lamentable día que la Federación decidió poner fin a los saltos en España»
No quiero cerrar este reportaje, sin expresar mi mas sincero agradecimiento a José Luis Corral, periodista, amigo de Nevasport, comentarista de Eurosport TV, y alma mater de la web www.saltos-ski.com, sin cuya colaboración y ayuda no hubiera podido llevarlo a buen termino.
Igualmente agradecer a todos aquellos ex saltadores que con sus vivencias, han hecho posible que conozcamos un poco mas la historia de este magnifico deporte, así como dedicárselo a todos aquellos chavales, saltadores, entrenadores y responsables de los equipos de saltos de toda España, que un día y por una decisión al menos muy discutible de la FEDI vieron truncados todos sus esfuerzos, sueños e ilusiones.
Fuentes