C. MARTÍN / H. RAYA – SEVILLA
La ciudad de Sevilla ha acogido al pelotón de la Vuelta a España en catorce ocasiones, sirviendo de meta y de salida el día posterior en doce de ellas, pues en las dos restantes sólo fue llegada, partiendo las siguientes etapas desde Écija (1981) y Alcalá de Guadaíra (2010). Catorce visitas para otros tantos vencedores diferentes.
Sólo el primero de ellos, Gustaaf Deloor, levantó los brazos en la capital hispalense y luego se hizo con el triunfo final, en la edición inaugural de la ronda española (1935). Además del belga, otros cuatro ciclistas –Delio Rodríguez (1945), Emilio Rodríguez (1950), Joop Zoetemelk (1979) y Laurent Jalabert (1995)– salieron como líderes de Sevilla y llegaron así hasta el final.
Sevilla fue paso obligado en los primeros años; de hecho, en las diez primeras ediciones, la Vuelta pasó seis veces por la ciudad, teniendo en cuenta que no se celebró durante los años de la Guerra Civil y la II Guerra Mundial. Sin embargo, a partir de 1950 las visitas a la ciudad se espaciaron bastante en el tiempo. Los paréntesis más largos han sido de 15 años, desde 1959 a 1974 o el actual, desde 1995 a 2010.
1935 (1ª edición)
Sevilla recibió a la I Vuelta Ciclista a España el 10 de mayo de 1935, día en el que Gustavo Deloor se impuso en la Glorieta del Cid al austriaco Max Bulla y al español Salvador Cañardo, que llegaba como segundo clasificado a 9 minutos del belga. Era la 11a etapa, que había partido de Granada y encarado Sevilla por La Palmera tras pasar Alcalá y Dos Hermanas.
1936 (2ª edición)
La segunda edición volvió a Sevilla, esta vez en la tercera etapa, desde Cáceres. Antonio Montes, ídolo local, sufrió un aparatoso choque contra un automóvil, pero fue agasajado tras cruzar la meta junto al Cid, donde el belga Hutz fue primero, aunque los jueces le descalificaron por tirar del sillín a Vicente Carretero, a la postre vencedor.
1941 (3ª edición)
Tras un paréntesis de cuatro años por mor de la Guerra Civil, la Vuelta celebró su tercera edición en 1941. De nuevo la tercera etapa fue Cáceres-Sevilla, 270 kilómetros con llegada a la capital por El Ronquillo y Camas antes de entrar por el Patrocinio. El gallego Delio Rodríguez batió al catalán Campamá junto a la estatua del Cid.
1945 (5ª edición)
Con otro vacío por la II_Guerra Mundial y después de faltar en el itinerario por vez primera, Sevilla regresó a la Vuelta en 1945, con una etapa más corta (171 kms) ya que fue vespertina, habiéndose celebrado una contrarreloj por la mañana. Vicente Miró batió en La Botella a Delio Rodríguez, vencedor final en Madrid.
1946 (6ª edición)
Un año después se repitió final a dúo en La Botella, pero esta vez fue el madrileño Julián Berrendero quien se impuso a Delio Rodríguez tras 218 kilómetros, desde Badajoz. En una sexta edición sin participante andaluz alguno, el triunfo final correspondió a Dalmacio Langarica.
1950 (9ª edición)
La llegada más insólita a Sevilla fue seguramente la de 1950. De nuevo sector vespertino, desde Jerez sobre 100 kilómetros. Con sólo 15 de ellos cubiertos, José Serra saltó en el Alto de El Cuervo en busca de una prima económica y en vista de que nadie le persiguió, se fue como un rayo hacia La Palmera, entrando con cuatro minutos sobre el grupo del líder, Emilio Rodríguez.
1959 (14ª edición)
Casi una década y cinco ediciones más tarde llegaría el sexto y último triunfo español en Sevilla. La etapa, con salida en Córdoba, estuvo protagonizada por tres hombres, el español Segú y los belgas Couvreur y Vloeberg, pero se acabó decidiendo en un sprint en La Palmera que coronó a Vicente Iturat. Antonio Suárez, entonces sexto, se llevó la Vuelta.
1974 (29ª edición)
La Vuelta reapareció por Sevilla tras 15 años de olvido en 1974, en una etapa proveniente de Marbella. El belga Rik Van Linden, vencedor el día anterior en Fuengirola, se impuso a Javier Elorriaga en la volata disputada en la Universidad Laboral, donde Perurena se hizo con el liderato, si bien la Vuelta se la llevó ese año José Manuel Fuente.
1979 (34ª edición)
El irlandés Sean Kelly fue el más rápido en el sprint de La Palmera tras los 156 kilómetros de la primera etapa desde Jerez, donde se había disputado un prólogo. Una fuga postrera de ocho corredores, con Belda, González Linares y Rupérez, no pudo evitar la llegada en pelotón a Sevilla.
1981 (36ª edición)
La Avenida de Reina Mercedes acogió una nueva llegada masiva, resuelta en favor del holandés Jos Lammertink. Una jornada tranquila que mantuvo al francés Régis Clere como líder, aunque la Vuelta se la acabó adjudicando el italiano Giovanni Battaglin tras su exhibición en Sierra Nevada.
1990 (45ª edición)
El deseo de promocionar la Exposición Universal de 1992 rescató a Sevilla tras nueve años de ausencia en una etapa con salida en Jerez. El portugués Joaquim Gomes protagonizó la fuga del día y el belga Benny Van Brabant el sprint triunfal, por delante del inglés Elliott foto-finish mediante.
1991 (46ª edición)
La Isla de La Cartuja volvió a ser testigo de una etapa de la ronda española y de nuevo hubo sprint, esta vez para Jesper Skibby, que casi se va al suelo en su pugna con Uwe Raab y Alfonso Gutiérrez. El danés se resarcía así de la victoria que, a su juicio, le habían robado los jueces en la Vuelta a Andalucía de ese año.
1995 (50ª edición)
La última visita de la Vuelta a Sevilla llegó en las Bodas de Plata de la carrera. Como cuatro años atrás, el equipo TVM se llevó los laureles, este vez por medio del holandés Jeroen Blijlevens, más rápido que Minali y Zabel en los Jardines de Murillo.
En aquel año 1995, el delegado de Tráfico del Ayuntamiento, Mariano Palancar, criticó con dureza el paso de la carrera por la ciudad, por los atascos que provocaba: “Hay muchas personas que les interesa, por cuestiones de propaganda e imagen, pero también hay muchos a los que les perjudica. Debemos reflexionar si son más los beneficios que reporta”, dijo. La regidora del Consistorio, Soledad Becerril, no tardó en matizar las palabras de su compañero de partido y en alabar las bondades de que una prueba deportiva de relevancia internacional pasase por la capital andaluza. Pero la realidad es que hasta el año 2010, 15 después, no volvió la Vuelta a España a pasar por las calles de Sevilla.
2010 (65ª edición)
El equipo Columbia fue el más rápido en la contrarreloj por equipos de 13 kilómetros por las calles de Sevilla que se encontraban repletas de público con la que comenzó la Vuelta a España de 2010. Liquigas, con el a la postre vencedor de la ronda Vicenzo Nibali, y Saxo Bank siguieron al conjunto estadounidense en la clasificación de la etapa inaugural. El británico Mark Cavendish se enfundó el primer maillot rojo de la Vuelta 2010.
Salida de la Vuelta a Portugal (1998)
La capital hispalense acogió la salida de la LX Vuelta a Portugal el 10 de agosto de 1998, en la primera vez que la ronda lusa comenzaba fuera de su territorio y como muestra del hermanamiento entre Sevilla y Lisboa al tratarse de las dos ciudades que habían acogido las dos últimas exposiciones universales, en 1992 y 1998. La etapa finalizó en la Avda. del Cid tras pasar por 13 pueblos de la provincia y un circuito urbano por la ronda histórica, con triunfo de Jan Svorada.
La Palmera y El Cid, los escenarios más asiduos
Históricamente la zona de la ciudad que más veces ha visto llegar a los participantes de la Vuelta ha sido la del Paseo de la Palmera (antigua Avda. de la Victoria), que ha acogido seis veces la meta, incluyendo la etapa de 1981 que acabó en la Avda. de Reina Mercedes. Otra zona con mucho protagonismo ha sido la Avda. del Cid, con cuatro finales, entre ellos el de 1935 en el Parque de María Luisa y el último de 1995 en los Jardines de Murillo. Las otras tres llegadas a Sevilla se produjeron en la Universidad Laboral (1974) y la Isla de la Cartuja en los años previos a la Expo’92 (1990 y 1991).
Apenas tres llegadas en solitario; el resto, ‘sprint’
En ocho de las trece ocasiones en las que Sevilla acogió un final de etapa hubo desenlace al sprint más o menos masivo, a las que se puede añadir la edición de 1936, en la que Vicente Carretero encabezó un grupo de 13 corredores, y la de 1959, con Vicente Iturat liderando un octeto.
Las tres llegadas en solitario corrieron a cargo de Vicente Miró (1945) y Julián Berrendero (1946), que llegaron destacados en ambos casos junto a Delio Rodríguez; y José Serra (1950), que cruzó la meta en La Palmera con ocho minutos de ventaja sobre sus perseguidores después de realizar casi toda la etapa sin compañía desde Jerez.